Capitán Sevilla es un juego de plataformas para Spectrum, entre otros sistemas, publicado por Dinamic en 1988.
Mariano López es un vulgar transportista de embutidos que se ve envuelto en una explosión nuclear mientras conducía un camión cargado de morcillas, quedando inconsciente en la carretera entre los restos de su cargamento.
Cuando despierta desorientado y hambriento, Mariano se come una de las salchichas que transportaba y a continuación comienza a experimentar una singular metamorfosis, convirtiéndose en el superhéroe Capitán Sevilla y dispuesto a acabar con el malévolo profesor Torrebruno.
El taimado Torrebruno ha construido un cañón de plasma en el planeta Congrio para destruir la Tierra. Nuestro protagonista debe atravesar la ciudad y encontrar un cohete que le permitirá viajar hasta la base del científico chiflado.
En su forma humana Mariano es tremendamente vulnerable, pero aún puede dar puñetazos y saltar. Necesitará ingerir algunas de las morcillas repartidas por el escenario para poder transformarse.
Como Capitán Sevilla disponemos de una barra de vitalidad que va menguando a medida que recibimos daño o usamos nuestros poderes. Si perdemos toda nuestra energía volveremos a ser humanos a no ser que consigamos otra morcilla.
Tenemos acceso a varios superpoderes: Vuelo sin motor, morcillas arrojadizas, supersoplido e invencibilidad. Empleados sabiamente pueden sacarnos de apuros en situaciones concretas, a pesar del sacrificio energético que conlleva su uso.
Variopintos enemigos encontraremos a lo largo de nuestra misión, algunos muy resistentes, y otros que será mejor evitar. Saber emplear nuestra lógica de superhéroe también será imprescindible para superar ciertos obstáculos.
En el longplay de Capitán Sevilla para Spectrum, terminamos el juego en sus dos cargas. Atravesamos la ciudad, sus zonas en construcción y parques, hasta viajar con el cohete al planeta Congrio y abortar los planes de Torrebruno.
Como contenido extra demostramos cada uno de los diferentes superpoderes disponibles para el carismático Capitán Sevilla.
Comenzamos la aventura con el rol de Mariano, así que tenemos que conseguir una morcilla cuanto antes. En la primera pantalla podremos quitársela al camarero a base de puñetazos para poder convertirnos.
El vuelo sin motor será uno de los poderes que usaremos mas asiduamente, ya que nos permitirá alcanzar salchichas de otra forma inaccesibles, y también puede sernos útil para evitar pelear contra muchos enemigos. Para activarlo saltamos y pulsamos repetidamente disparo mientras avanzamos.
Cuando perdamos nuestra energía volveremos a nuestra forma humana. Si en ese momento nos toca un enemigo nos matará a no ser que mantengamos pulsado el botón seleccionar, siempre y cuando tengamos alguna morcilla en nuestro poder.
Personajes como Curro el obrero siguen recorridos fijos y cuando salen de pantalla vuelven a aparecer, a no ser que acabemos con ellos. Otros nos persiguen, como los enjambres de abejas, y otros pululan por el escenario aleatoriamente.
En el parque seremos acosados por Brave Bull. Podemos matarlo con las morcillas, pero si lo sacamos de pantalla empleando el supersoplido nos recompensarán con otra valiosa salchicha.
Hay secciones en las que nuestro héroe pierde fuelle al volar, y hemos de machacar las teclas mas rápidamente. Vemos como la plataforma del cohete o la base del planeta Congrio son claros exponentes de ello.
La segunda carga comienza como la primera con Mariano, asi que nuestro objetivo será de nuevo conseguir una preciada morcilla. Esta segunda parte es mas corta que la primera, y con muchas menos salchichas que recoger.
En el exterior del planeta hemos de esquivar los enemigos con precisión hasta poder transformarnos, evitando perder una vida. En las ruinas del templo, sólo podremos avanzar si acabamos con el monstruo alienígena a morcillazo limpio.
Para acceder al cañón de plasma nos tocará resolver un pequeño puzzle en la sala de ordenadores, haciendo coincidir la imagen de la Tierra en ambos monitores girando a izquierda y derecha. Si lo hacemos bien la compuerta se abrirá.
La aventura toca a su fin, sólo nos resta acabar con todos los robots que saldrán a nuestro encuentro. Si hemos racionado con sabiduría nuestras reservas de embutido conseguiremos triunfar en nuestra misión.
Recuerda no abusar de la morcilla en tu dieta… ¡¡¡No todos somos el Capitán Sevilla!!!
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