Turbo Out Run es un juego de carreras para Arcade, publicado por Sega en 1989.
Participamos en una carrera a través de los Estados Unidos al volante de nuestro Ferrari F40, con una imponente rubia en el asiento del acompañante.
En nuestro camino a la victoria nos enfrentaremos a feroces pilotos rivales, a la mismísima policía, y a durísimas condiciones climáticas.
A nuestro favor contamos con nuestra destreza al volante y un potente propulsor turbo, que empleado con sabiduría puede marcar la diferencia en la competición…
La carrera discurre desde New York hasta Los Ángeles, con un total de dieciséis etapas divididas en tandas de cuatro. Nuestro objetivo principal es vencer al crono, pero también deberemos de quedar por delante de un duro rival a los mandos de un Porsche 911. El primero que supere cada parcial se llevará a la rubia de copiloto.
El Ferrari F40 posee un motor que le permite alcanzar altas velocidades, neumáticos con los que agarrarse firmemente al asfalto, y un propulsor que aumenta su potencia considerablemente. También podremos elegir entre cambio de marchas automático o manual.
El turbo provoca el sobrecalentamiento del motor, por lo que sólo podremos emplearlo durante unos segundos. Tras superar cada sector podremos cambiar uno de estos tres componentes y mejorar así las prestaciones del coche en carrera.
Atravesaremos gran variedad de escenarios, tanto de día como de noche: Campos, ciudades o desiertos, y nos enfrentaremos a duras condiciones climáticas, como lluvia, nieve e incluso tormentas de arena. Eso sin olvidarnos de los míticos túneles y cambios de rasantes marca de la casa.
En el longplay de Turbo Out Run para Arcade, ganamos la competición superando las dieciséis etapas y cruzando la meta final por delante del Porsche 911. Nuestro asiento de copiloto se queda vacío en Chicago al perder la primera tanda, pero recuperamos a nuestra acompañante en Miami al vencer en el segundo parcial.
Como contenido extra mostramos la versión cockpit, que altera el orden de las melodías del juego y presenta efectos climatológicos permanentes en las etapas. También enseñamos diferentes choques y trompos que podemos sufrir con nuestro deportivo, si no conducimos con la suficiente precaución.
A primera vista Turbo Out Run no se diferencia demasiado de su predecesor, pero si profundizamos lo suficiente en el juego, vemos que incorpora muchas novedades que hacen que la experiencia jugable sea ligeramente diferente.
Además de la inclusión del turbo podemos optar entre cambio automático o manual. Desentendernos de las marchas nos permite concentrarnos mas en la carrera, pero perderemos aceleración al recuperarnos de una frenada brusca.
El sistema de conducción presenta diferencias sobretodo a la hora de virar. Las curvas cerradas ya no se toman derrapando, sino que hay que frenar bruscamente para evitar salir de la calzada. De lo contrario perderemos mucha velocidad y tiempo.
El control analógico es de capital importancia para salir airosos en ciertas chicanes rodeadas de obstáculos. Sólo las superaremos con sutiles toques de dirección, algo imposible de conseguir con una cruceta digital.
Si activamos el turbo incrementaremos considerablemente nuestra velocidad, pero en consecuencia también aumentará la cantidad de coches rivales en la carretera, lo que puede contribuir a dificultar nuestro avance.
En el juego original cualquier roce con un vehículo provocaba que nuestro bólido saliera rebotado. Ahora seremos nosotros los que arrollaremos a nuestros rivales, exceptuando los camiones o los coches de la policía.
Las patrullas policiales aparecen de manera aleatoria en algunas etapas, y también cuando no circulamos a mucha velocidad. Tratarán de detenernos a toda costa chocando contra nosotros, pero accionando el turbo los dejaremos atrás fácilmente.
Cada vez que lleguemos a la meta por delante del Porsche 911 obtendremos una bonificación y la rubia seguirá a nuestro lado. En caso contrario la chica se marchará con nuestro rival hasta que volvamos a quedar por delante.
En la línea de salida, un buen truco para arrancar mas rápidamente es mantener el contador de revoluciones del coche justo por debajo de la línea roja. Si lo hacemos bien no quemaremos rueda y ganaremos unos segundos que pueden ser preciosos.
Otra novedad notable es la inclusión de obstáculos en la calzada, tales como matojos, vallas, charcos de agua y gasolina. Todos ralentizan nuestra marcha, pero en el caso del combustible si accionamos el turbo podremos quemarlo y neutralizar sus efectos.
En ciertos trazados el camino se bifurca en dos carriles, uno de los cuales suele estar mas poblado de obstáculos que el otro. Mucho cuidado también al pisar los pianos, pues si vamos demasiado deprisa pueden desequilibrarnos y hacernos colisionar.
Los efectos climáticos, tales como la lluvia, nieve o tormentas de arena, hacen su aparición en momentos puntuales de determinadas etapas. Algunos como la lluvia nos frenan, mientras que otros son meramente decorativos, aunque pueden perjudicar nuestra visibilidad.
En Turbo Out Run, los obstáculos que adornan los laterales de la carretera sólo nos harán volcar si entramos en contacto con ellos reiteradamente. Es otra sutil diferencia respecto a su antecesor, en el que al más mínimo roce acabábamos dando vueltas de campana.
Tras superar cada tanda de etapas podremos acceder a una de las tres mejoras disponibles para el Ferrari F40: Motor, neumáticos y turbo. El orden de elección es indiferente y en la práctica no parecen afectar al rendimiento del deportivo.
El primer grupo de etapas a las que vamos a enfrentarnos engloba New York, Washington DC, Pittsburgh e Indianapolis. Para esta partida vamos a seleccionar cambio de marchas automático, para así no tener que estar pendientes de las revoluciones del motor.
New York es un tramo de toma de contacto con curvas en las que derrapar a la vieja usanza, y en el que podremos abusar del turbo sin preocuparnos por acabar con nuestros huesos fuera de la carretera.
En Washington DC sufriremos una intensa lluvia que nos obligará a reducir nuestra marcha. La calzada está plagada de obstáculos, tales como vallas, piedras o charcos de agua, y la policía intentará echarnos el guante si no somos lo suficientemente veloces.
Pittsburgh nos ofrece un paisaje nevado, con unas curvas bastante cerradas en las que aprenderemos a frenar al estilo Turbo Out Run. Cuidado con el último túnel, ya que los resaltes pueden mandarnos contra el muro si no nos situamos correctamente.
En la autopista de Indianapolis competimos codo a codo contra el Porsche 911 para dilucidar quien gana este asalto inicial. Por desgracia perdemos y nuestra copiloto nos abandonará hasta que demostremos ser dignos de su compañía nuevamente.
La segunda tanda se compone de los itinerarios de Chicago, St. Louis, Memphis y Atlanta. En nuestra primera visita al taller decidimos mejorar el motor de nuestro Ferrari F40, consiguiendo de esta forma una mayor potencia.
Chicago es un recorrido nocturno en el que podremos acelerar a fondo, teniendo cuidado de frenar en las curvas mas cerradas. La parte final del tramo está cubierta de aceite, así que activaremos el turbo para quemarlo y evitar perder tiempo.
En St. Louis la carretera se bifurca en dos carriles. Decidimos circular por el derecho ya que nos permite negociar las curvas de manera mas óptima. Hemos de intentar mantener un ritmo de carrera constante, ya la policía nos pisa los talones.
Memphis va a ser el trazado mas desafiante hasta el momento ofreciéndonos sucesiones de complicadas curvas en ambas direcciones. Derrapar mas de la cuenta hará que acabemos accidentados, perdiendo unos segundos de tiempo muy valiosos.
Si queremos comprobar de lo que son capaces nuestros frenos, en el desierto de Atlanta vamos a ponerlos a prueba con unas cuantas curvas muy cerradas. Las tormentas de arena comprometen nuestra visibilidad, pero por fortuna no aparecen de forma constante.
Los siguientes escenarios a visitar son Miami, New Orleans, San Antonio y Dallas. Nueva oportunidad para tunear nuestro deportivo, en esta ocasión seleccionamos unos neumáticos con un mayor agarre.
Miami es un homenaje al Coconut beach del original. Posee una carretera de tres carriles rodeada de palmeras, y acumulaciones de arena que nos pueden hacer perder tracción. Ojo al doble cambio de sentido en la zona final.
En New Orleans vamos a tener que demostrar nuevamente nuestros reflejos al volante, negociando series de prolongadas curvas y rápidas chicanes. No debemos dejarnos engañar por la anchura de la carretera, pues el margen de error es escaso.
San Antonio es otro recorrido que se bifurca en dos carriles. Para ir a la mayor velocidad posible, tomaremos el camino de la derecha al estar libre de piedras y aceite. Superar la diabólica chicane final implica pisar el pedal de freno a fondo.
El paisaje de Dallas es una sucesión de curvas cerradas a derechas rodeadas de grandes rocas, por lo que si vamos muy pasados de vuelta acabaremos estrellándolos sin remedio. La policía hará acto de presencia, pero si somos rápidos no podrá con nosotros.
La tanda final de la competición contiene las siguientes etapas: Oklahoma, Denver, Grand Canyon y Los Ángeles. La última mejora disponible para nuestro Ferrari F40 es un nuevo turbo especial, que le hará volar por el asfalto hasta la meta final.
Oklahoma es un tramo que puede llevar a engaño, ya que alterna giros muy cerrados con otros menos pronunciados. Nuestra mejor arma será nuestra capacidad para memorizar y saber cuando frenar a fondo.
Denver representa el mayor desafío de Turbo Out Run, pues posee todo lo malo que hemos encontrado anteriormente : Un clima adverso, curvas muy cerradas, chicanes rodeadas de obstáculos y como no, la policía acudiendo a su cita puntualmente.
Grand Canyon combina amplias secciones con otras mas estrechas, en las que podremos correr a toda velocidad. Ciertas curvas pueden ser muy traicioneras si vamos con excesiva confianza, algo que a estas alturas no debería pasarnos factura.
Hemos alcanzado Los Ángeles, la etapa final. No será una carrera muy exigente, exceptuando una curva muy cerrada a izquierdas justo cuando la carretera se vuelve mas ancha. Sólo nos resta accionar nuestro propulsor y quemar todo el aceite en el suelo como celebración previa a nuestro triunfo.
¡¡Pon el turbo compresor a punto, la carrera va a comenzar!!
Si te gustan los juegos para Arcade, en esta lista de reproducción puedes encontrar muchos mas…
Dejar una respuesta